sábado, 3 de marzo de 2007

Nevado Ojos del Salado: ¿El Nuevo Techo de América?

Hoy es un consenso que el Aconcagua (6.960 metros), ubicado en la Provincia de Mendoza en la República Argentina, es la montaña más alta de América. Es, por tanto, punto obligado en la ruta de las “Siete Cumbres” que los escaladores del mundo siguen en pos de ascender las cimas más altas de los continentes (América del Norte, Sudamérica, Antártica, África, Europa, Asia y Oceanía) del planeta. ¿Qué sucedería, entonces, si a esos mismos montañistas les dijeran que en América del Sur subieron el cerro equivocado? O bien, ¿qué pasaría si apareciera un siete mil en el horizonte, el único del continente? ¿Y que diría la comunidad internacional si se asegurara que ese cerro es un volcán y que dicho nevado se llama Ojos del Salado y queda en la frontera de Chile con Argentina entre la Región de Atacama y la Provincia de Catamarca?

A comienzos del siglo XX, una comisión chileno-argentina determinó la altura del Ojos del Salado en 6.853 metros sobre el nivel del mar (msnm). A mediados de la misma centuria, en 1956, una expedición chilena –a cargo del militar René Gajardo- hizo cumbre en dicho volcán por primera vez en la historia. Realizó mediciones con un altímetro y anotó 7.080 metros de altura para las cumbres este y central. Se trataba de un siete mil para Chile y la altura más elevada de América. El entonces Presidente de la Nación, Carlos Ibáñez del Campo, los recibió con honores en el palacio de gobierno.

Pero algo sucedió ese mismo año: a la misión chilena le sucedieron una estadounidense al Ojos del Salado, financiada por National Geographic Society, a cargo de Adams Carter, y otra argentina para medir la cumbre del Aconcagua. ¿Resultado? La primera le dio al volcán una altitud de 6.885 msnm y la segunda le dio al Aconcagua los 6.959,60 metros que hoy le concedemos. Ninguna de ellas subió hasta las respectivas cumbres.

Entonces, ¿cuál de los montañas es en realidad más alta? La pregunta sigue abierta. Para ir en busca de la respuesta, Andes Magazine se contactó con René Gajardo, hoy de 82 años, quien afirma que “existe una duda pequeña aceptable” acerca del tema. Es más, asegura que en su expedición, Carter realizó la medición de otra cumbre y no la del nevado en cuestión. Por otro lado, el montañista francés Philippe Reuter asevera tener conocimiento de mapas aeronáuticos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que señalan al Ojos del Salado con una altura de 23.240 pies. Es decir, 7.083 metros, prácticamente la misma que midió la expedición chilena del ’56. A ello le agrega sus propios ejercicios realizados a través del programa de computación Google Earth, con resultados similares. ¿Casualidad?

La cuestión, al menos, queda planteada. El llamado de Andes Magazine es a organizar una expedición al Ojos del Salado que despeje las dudas.

Por Marc Turrel y Jorge Velasco Cruz
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